Mi felicidad lleva su nombre,
Imprescindible, no me imagino como sería todo sin ella, sin nuestras parvadas, sin ladrar a la gente a las 2:30 de la mañana, sin Copinsa, sin el loco de la portería, sin Sor Esperanza, sin las fotos, sin las llamadas de 1 hora, sin todas esas cosas que tu ya sabes.
Te quiero poco y tal, GOY.
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